Todavía
Cantaba una mujer, cantaba sola creyéndose en la noche, en la noche, felposo valle.
Cantaba y cuanto es dulce la voz de una mujer, ella lo era. Fluía de sus labios amorosa la vida... la vida cuando ha sido bella.
Cantaba una mujer como en un hondo bosque, y sin mirarla yo la sabía tan dulce, tan hermosa. Cantaba, todavía canta…
Aurelio Arturo
|