PASIÓN.- ANTONIO CARVAJAL
Con estos mismos labios que ha de comer la tierra, te beso limpiamente los mínimos cabellos que hacen anillos de ébano, minúsculos y bellos, en tu cuello, lo mismo que el pinar en la sierra.
Te muerdo con los dientes, te hiero en esta guerra de amor en que enloquezco. Sangras. Y pongo sellos a las heridas tibias, con besos, besos....Ellos que han de quedar comidos, mordidos por la tierra.
Tal ímpetu me come las entrañas, que sorbo tu carne palmo a palmo, cerco de llama el sexo, te devoro a caricias, y a besos, y a mordiscos.
Ni la muerte, ni el ansia, ni el tiempo son estorbo. El abrazo es lo mismo si cóncavo o convexo, y yo soy un cordero que trisca en tus apriscos.
|