Es un vacío con ganas de más, con ganas de amar, es una fábula de la que no me percaté cuando comenzó o cuando se fue metiendo entre los resquicios de mi alma, es un evento del que no supe prever su ineludible final, sólo ahora sé que lo extraño... y todo lo que toco lo trae de entre tantas sensaciones, entre días terminados, entre ayeres melancólicos que describen mi presente, cada día lo recuerdo menos pero no lo suficiente como para dejarme en paz, y cuanto más parece acercarse la tranquilidad, regresa a mi mente el recuerdo vehemente de las noches azules, las tardes ávidas y los mediodías en los que aún podía tocarlo con mis labios indómitos en los que fue tatuando disimuladamente su sabor y un poco de su historia…