M A N A N T I A L . . .
Dame el aliento de tu boca
en esta noche de locura
aviva la pasión que tengo
en mi mente contenida.
Que recorran tus labios mi cuerpo
que sienta tu boca húmeda
que cada palmo de mi piel
estremezca a tu dulzura.
Yo permaneceré tendido
esclavo de tus caricias
tú, como gata mimosa
deseosa de las mías.
Y ahora ven, mi dulce amor
y abrázame fuertemente
que no quede ni un rincón
que te bese locamente.
De tu piel sobre mi piel
que sean mis labios ahora
los que busquen con deseo
el aliento de tu boca.
Bebiendo en esta noche loca
tu aroma de mujer
haciéndote estremecer
de la cabeza los pies.
Sintiendo la dulce tibieza
que emana de tu pasión
y como manantial de amor
de tu fuente beberé.
Giovanni
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