No cabe duda de que la Justicia es uno de los valores más trascendentales de nuestra sociedad.
La justicia verdadera es aquella donde todos reciben beneficio. Se habla mucho de Justicia todos los días y a cada rato. Sin embargo, pocas veces se ha logrado un equilibrio perfecto que lleve a este estado ideal, donde todos se benefician mutuamente sin causarle daño a nada ni a nadie.
Si pesamos nuestros actos y pensamos en las demás personas, podríamos decir que la Justicia ideal implica medir las consecuencias de nuestras acciones antes de realizarlas para que ellas en vez de dañar a alguien las beneficien a todas.
Es casi imposible que todos se sientan bien con lo que uno hace, pero, si nos detenemos a conversar con alguien que está en contra de nuestras acciones, si lo hacemos y escuchamos con atención oíremos interesantes puntos de vista que si estamos dispuestos a analizar, tal vez nos hagan variar nuestra posición primigenia y sin desechar nuestras ideas podamos adecuarlas para que ellas sean gratas y justas para con todos los seres vivos que habitamos este hermoso planeta.
D/A