Siento que el tiempo me sobra
Porque en las noches te tengo
Y entre mis sueños mantengo
Naufragando en la zozobra
Y así mi pecho recobra
La sensación que te amaba
Que tu boca me deseaba
Y que tu cuerpo era mío
Y es un nuevo desafío
Si es que en mis sueños, soñabas
Sabes -y sueles- hacer el amor
Como el poeta construye sus versos:
Con acordada mezcla
De pasión y sistema
(y no digo artificio),
De música, entusiasmo,
Intuición y saber.
Precisas emociones
Las transformas en ritmo
Y melodiosa fantasía
Enriquece tus gestos;
Sabrosa perversión
Los enloquece.
Voy a disfrutar esta noche
Bajo el cielo encapotado
Con un enorme derroche
Y con tu cuerpo al mío, encadenado.
La luna envidia el calor del da
Y el sol anhela siempre lo oscuro
Y yo te quiero aquí todavía
Para admirarte desnudo.
Aunque sea solo una vez
Gozare de tus caricias
Rozando mi suave piel
Que se rinde a tus delicias.
Gracias mi ángel amado
Por este único momento
Que te quedaste a mi lado
Breve pero estupendo.
Será mejor así.
Tu rostro eternamente trenzará entre mi pecho
Inéditos cordajes,
Se mantendrán tus manos taumaturgas,
Y en tu ritmo no habrá jamás monotonía.
El color de tus ojos siempre será distinto,
Y el sabor de tu piel,
Y el de tu boca.
Jamás será rutina desnudarte
Ni ver cómo te ocultas.
Porque no te atreviste
A romper con tu mundo cotidiano,
No será nunca el nuestro cotidiano,
Rutinario y monótono.
Cada cual vivirá a solas su jornada
Y en vez de soportarnos mansamente,
Yo haré literatura entre otras cosas,
Y tú no sé qué harás, fuera de mi memoria.