Quería gritarte que te quedaras

Que mi amor por ti era mas fuerte que mi dignidad

Quería rogarte que regresaras a mi lado

Pero tu indiferencia pudo mas que mi desesperación

Y con las lagrimas en los ojos y un nudo en la garganta te deje partir

Dejaste mi corazón en mil pedazos

Y mi alma herida en un mar de llanto

Esas alas que tu mismo me diste,

Quedaron destrozadas, rotas, tiradas allí en el suelo.

Y yo que te ame

Te ame con el amor mas sincero del mundo

Y tu

Jamás supe si me amaste en verdad,

o si solo fue mi imaginación y mi ilusión

que me llevaron a pensar que sentías tú lo mismo por mí.

Tu con tan solo una palabra lograste desgarrar mi alma

y voltear mi mundo al revez.

En tan solo segundos dejaste mi corazón en mil pedazos.

Cada uno de esos pedazos tirado en uno de los mil rincones de mi agonía.

Y aprendí a vivir sin ti.

Con el tiempo logre borrar el recuerdo de tus labios en mi piel.

Y con cada soplar del viento borraba tu voz de mi memoria.

Mas hoy he vuelto a escuchar en el viento aquella triste canción de amor.

La que hablaba siempre de nuestra historia.

Y me dices que te equivocaste.

Que jamás llegaste a borrarme de tu mente.

Ruegas otra oportunidad.

Ahora que el viento borro las cicatrices de mi corazón.

Y las arenas del tiempo cubrieron con su paso las huellas que tu dejaste en mi.

Ahora que empezaba de nuevo a volar.

Y llegas tu como una tormenta, queriendo desviar mi curso.

Diciéndome esas palabras de amor

que me hacían derretir como chocolate entre tus manos.

Llegas a confesar que la vida sin mí para ti ha sido un tormento sin fin.

Que fui, soy y siempre seguiré siendo el único y verdadero amor de tu vida.

Cuando yo me ahogaba en un mar de mi propio llanto,

mi orgullo, mi dignidad  los perdi ahí ahogada en mi tristeza y soledad.

perdiendo mi  dignidad me  salir corriendo a buscarte y rogarte que recapacitaras.

Pero mi dignidad endureció mi corazón

y seco cada una del las miles de lagrimas que llore por ti.

Y ahora me dices que las noches que yo llore amargamente

tu también lo hacías al darte cuenta

que habías dejado en libertad lo que mas amaste.

Que desde el momento en que las palabras

escaparon de tu boca y me volteaste la espalda

te diste cuenta de tu error,

pero tu dignidad no te permitió aceptarlo y regresar.

Que noche tras noche pensaste en volver a buscarme y pedirme perdon.

Que la vida no era como tu pensabas y te diste cuenta ya muy tarde.

Pero tu dignidad te lo impedía.

¿Qué quieres que te diga?

¿Que yo tampoco puedo seguir sin ti?

¿Qué te perdono tu error, tu falta de amor y valor?

¿Que deje todo atrás y te vuelva amar como lo hice ayer?

Una vez pense no poder seguir sin ti.

Mírame, aquí estoy. Sobreviví.

Perdono tu error, cada uno de los miles que cometiste.

Pero te digo la verdad.

Por tu dignidad y la mía.

Ese amor murió, y jamás resucitara