La flor Sabe ser blanca cuando es jazmín, morada cuando
es lirio, rosada o roja cuando es rosa. Eres tu la rosa que sabe
abrir el capullo sin reservar dulzuras para ella, a la mirada
o a la abeja permite sonriendo que con su alma se haga miel.
Esta rosa se deja coger por ti, para que tú la lleves, ascendida,
en tu pecho alguna noche, sabe el silencio; y teniendo unos labios
tan hermosos sabe callar el "¡ay!" y el "no",
e ignora la negativa y el sollozo.
Sabe entregarse, dar, dar todo lo suyo al que la quiere,
sin pedir más que eso: que la quiera, que la ame, que la cuide,
sencillamente esta rosa sabe a amor, sabe a ti,
porque eres mujer, porque eres esa rosa y esa flor.