Los verdaderos ángeles son aquellas personas que aparecen de la nada y dan luz a nuestra vida. Personas sensibles hechas de pureza que hacen todo con el corazón y que, aun tienen su alma llena de cicatrices, contribuyen a hacer más bonito nuestro trayecto.
Porque ser sensible no es una manera de ser, es una manera de vivir y de compartir camino empoderándonos a través de los sentimientos y de las emociones tanto propias como ajenas. No faltará quien critique la sensibilidad, quien asuma que este rasgo es signo de debilidad y no vea que en él radica nuestra fortaleza.
A/D