A MI NIETO
Cuando puedas leer este mensaje
es posible que yo ya me haya ido,
pero me habré llevado en ese viaje
el brillo de tus ojos y el sonido
de tu inocente voz como equipaje.
Yo ya no lo veré, pero es mi anhelo
que en fiesta, como es costumbre,
con tu mirada reflejada al cielo
vibre al ver pasar la muchedumbre,
el pensamiento dedicado a tu abuelo.