Cuando te amo, el mundo gira de manera distinta,
tus poemas tienen ese suave tono de canción enamorada,
y mis sabanas parecen contener el calor de tu piel ardiente
encendidas en cada letra que dejé en tu vientre la tarde de ayer.
Cuando me amas, lo complicado se vuelve simple,
y tengo la sonrisa más brillante que un beso adolescente,
mi actuar, delata la huella de tus besos que pasean por mi cuerpo
y es entonces que no me puedo contenerme y corro hacia ti.
Cuando nos amamos, las distancias son solo una flor marchita,
tus manos son mis manos y tu sentir se convierte en gemido enamorado
que busca mi oído para recorrer mi cuerpo y electrizar mi vida entera;
con solo escuchar tu voz, mi alma enamorada vuelve a bailar y reir.
Algo tiene la noche que baila como adolescente al ocultarse el sol,
las estrellas tiritan en el cielo, enviando un recado en cada destello,
yo recurro a nuestro lugar de siempre, esperando tu venida,
para verte llegar enamorada y dispuesta a bebernos la vida en un beso.
Siempre que llegas de noche, parece que traes los soles de todos los planetas,
la furia huracanada de los sietes mares, que salen de tu mirada,
y se posan en mis canas, abrazan mis ansias, premiando la espera;
me ofreces tus labios, para que endulzar con su miel mi vida.
Cuando no estás conmigo, el alma se pinta de color gris abandonado,
yo mismo me desconozco y la luna escapa aterrorizada de mi poema,
no tengo ganas ni de no tener ganas, el mundo se acaba, se marchita
y mi pluma quiere escribir con la mano izquierda, lo que le niega la derecha.
Haces bien en volver, porque el fuego del amor en nuestra hoguera,
no reconoce los vientos que la pueden avivar, ni ausencias alimentar;
Eres más que una necesidad diaria, más que un elemento vital
eres con quien sueño estar, cada noche que en mi almohada, entretengo mis sueños.
Sigue alimentando mis ojos con tu presencia, mi corazón con tus letras,
mi vida con el amor que a diarios envías en el corazón de una gaviota,
yo te espero en el lugar de siempre, en el cuarto estribillo de tu verso.
Lennox