La vida esta enamorada de la muerte.
La muerte esta enamorada de la vida.
No hay voluntad que pueda separar el abrazo de amor entre la vida y la muerte.
El mundo en el que se sobrevive, su mundo, es el resultado de ese esfuerzo de separar-se, alejar-se e ilusionar-se con que no llegará nunca lo que está sucediendo en cada instante: El vivir-morir que es amar.
Cuando no se acepta la unidad indivisible que es el vivir-morir, se cae en manos del placer-dolor y también nace el esfuerzo frustrante por separarlos. La voluntad de separar el placer del dolor, evitar uno y alcanzar el otro, contiene el germen de toda corrupción y sufrimiento.