FALTA DE AMOR
La mayor dolencia que el mundo sufre
actualmente es el mal de la falta de amor.
Sé que puedo dar mucho a esas personas
carentes, por un minuto, una hora, un día o
un mes, y es eso lo que quiero hacer. Es preciso
que alguien que posea una vida pública pueda
dar cariño y afecto a las personas, y hacerlas
sentir importantes. Personas como yo
pueden apoyarlas y ser una especie de
luz en el final del túnel. Para mí ese
es el único camino posible. Nada me hace
más feliz que intentar ayudar a los más
débiles y vulnerables de la sociedad.
Si alguien que precisa de mí, me llama,
voy a su encuentro no importa donde este.
Me gusta tocar a las personas, es un gesto
que me nace naturalmente, no es premeditado,
brota del fondo de mi corazón. Nunca me
consideré a mí misma como la reina de mi país.
Me gustaría ser la reina en el corazón del pueblo.
DIANA DE GALES