LA RESPONSABILIDAD DE MANTENERSE A SALVO
A veces el hecho de procurar estar bien uno mismo se confunde con egoísmo. Pero existe una diferencia enorme entre ambos conceptos. Somos responsables de prestar atención a nuestras necesidades, a nuestros deseos, a nuestros sentimientos y pensamientos; de crear las condiciones para mantener y mejorar nuestra salud física y emocional, y buscar un entorno equilibrado donde crecer y realizados como seres humanos. Estar atento a uno mismo es el mejor camino para mantenerse a salvo de la enfermedad, del desequilibrio, de la explotación y de la división interna, y también la premisa esencial para poder dar atención y amor a otro ser humano. Por tanto, la mejor manera de relacionarnos, sin asumir un nivel excesivo de riesgo y dolor, es siendo personas autónomas que asumen la responsabilidad de darse cuidado y atención a sí mismas. Sólo así no sobrecargaremos a otros pidiéndoles que se encarguen de nuestra vida y de nuestra felicidad. Estas tareas sólo a nosotros nos conciernen. Autor: Soler y Conangla.
|