Fronteras de un sueño
Esta noche te he llevado;
a la frontera de mis sueños;
paseabas en mi paraíso;
y creía ser tu dueño.
Nacía como el crepúsculo;
una silueta de mujer;
vestía escamas de plata;
como sirena; de un amanecer.
De un amanecer anclado;
en lo profundo de la madrugada;
de un amanecer anclado;
en los encajes de tus sábanas.
Sinuosidad muy perfilada;
en la noche oscurecida;
unas cejas, largas y curvadas;
como llamas encendidas.
Una boca que brilla sutil;
en los rincones de la noche;
de dientes resplandecientes;
como zafiros en broche.
Melena suelta y sensual;
azabache el color del pelo;
cataratas fluviales;
de ejércitos de luceros.
Que tapan en la madrugada;
lo bonito y el pudor;
que aparta las miradas;
de pechos, que amamantan el amor.
Un brillante está colgado;
en el tatuaje imaginario;
sobre un monte de venus;
que guarda un simpar, sagrario.
Me confundo en la noche;
hago de mujer quimera;
guarda tu cuerpo en cofre;
que no; traspase mis fronteras.