Desde la noche vienen a mi, sentimientos de recuerdos vividos en el ayer. Sentidos que reclaman desde dentro de mi alma, un mimo dulce y latente, haciendo mi alma inherente de sucumbir a tus deseos, sabiéndome tuya queriendo que me tomes, que me hagas sumisa a tu persona, esclavizando mis sentidos, atosigando con el látigo que este sentir me da, arañando las paredes de mi cuerpo y en un grito de dolor me arrebatas la piel, y con caricias dolientes me desvistes lentamente, adornando esta pasión.

Así desde la noche arraigando este deseo, miro la luna en el cielo paseando mi dolor, me refugio en esta pasión que a través de mi piel se resuma, convirtiendo mi cuerpo en cascada, emanando fluidos, que desde mis adentros salen invitados de mis carnes deseadas del roce de tus manos.

Me arrastro lenta hacia tu persona, que reposa dormido sobre el lecho me inclino sobre ella, dulcemente la beso y en tu sosegado sueño te revuelves asintiendo ese beso, que provoca la tensión que me alborota los sentidos y mi ser.

Y quiero mamar de tu persona, ! sentirme que es sentirte! Y en las sombras de la noche y después de muchas horas, cuando amanezca y salga el sol, para ti mi amor desolado, que se debate impaciente, porque este amor es inerte y siente enamorado, pasión que para mi amado mi cuerpo es prisionera, y se esclaviza y se entrega, y espera con ansiedad lo que su amor le quiera dar, si con solo una mirada es una descarga de emoción, que electriza los motores del deseo de este amor, y así despierto amor junto a tu amor que me da vida, que me desborda y me fatiga en la lucha por no recordar lo cada noche me hace recordar.