EN LA NOCHE
¿Cruel? Creo que nunca hubo una trampa
más infame y agotadora que esta.
No es un sueño, así lo decía mi corazón,
con la sobria certeza del despertar.
¿Sueños? Yo conozco sus rostros,
en apariencia agradables; vaporosos,
adornados de alas multicolores;
He tenido sueños antes y esto no es soñar.
Llega la luz del día y la alegría cubre mi pesar.
¿Qué la hiere, amor mío; qué dolor la arrebata?
Pues ella en soledad empalidece;
y sus facciones lentamente se desvanecen.
No puedo unirme a ella,
Me estiro hacia allí sin sentido,
mientras mis brazos rodean el silencio y el vacío.