N O C H E
Las montañas se deshacen, el ganado se ha perdido; el sol regresa a su fragua: todo el mundo se va huido.
Se va borrando la huerta, la granja se ha sumergido y mi cordillera sume su cumbre y su grito vivo.
Las criaturas resbalan de soslayo hacia el olvido, y también los dos rodamos hacia la noche, mi niño.
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