Deja entrar los pensamientos negativos,
los vampiros del alma,
y verás cómo devoran tu corazón a pedazos.
Y una vez que la emotividad
se corrompe y se pudre,
se quiere uno morir.
Nuestra vida es la obra
de nuestros pensamientos.
En vez de vampiros
deja entrar mariposas blancas,
pensamientos de esperanza.
Padre Mariano de Blas, L.C.
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