Una nueva navidad vendrá y no volveré a oír tu voz angelical que hacía que mi corazón se sintiera feliz para que pudiera desaparecer, aquella tempestad de tristeza.
Si!! Mi Rosa bendita llevo en mi alma tus recuerdos inolvidable y en tu silencio me llevas todavía porque soy tan tuyo como tú eres mía.
Ahora tu ausencia me duele tanto y extraño tus besos sobre mi rostro y la suavidad de tus manos como dos alas blancas que me quitaban hasta el más fuerte dolor.
Eres y serás una figura bella
como la rosa que guarda su perfume y la violeta que alegraba mi vida y que nunca podré olvidar.