Confiar en lo que nuestro corazón nos guía hace que no seamos esclavos de las opiniones externas, ir a nuestro interior y desde ése espacio decidir, nos hace despertar a tomar conciencia que depende solo de nosotros ser los protagonistas de nuestra historia y elegir pese a la crítica lo que nos genera verdadera dicha, ya que el único pecado es no ser felices.
"La mayor prisión en la que las personas viven, es en el temor de lo que piensen los demás".