Algunas veces pensamos
que algo es una maldición
y resulta ser una bendición,
y otras veces
sucede lo contrario.
Podemos casarnos
y pensar que es maravilloso,
para que luego resulte mal,
o podríamos sufrir dolores
y luego entender que fue bueno
para nosotros.
Es muy confuso.
Cuando,
en nuestra vida,
hacemos elecciones,
¿cómo sabemos
si son bendiciones o maldiciones?
Depende de nosotros.
Nuestra conciencia
es lo que determina si los momentos,
la gente
y las situaciones
en nuestra vida
resultan ser bendiciones
o maldiciones.
Piensa en algo,
en tu vida,
que puede salir
de cualquiera de las dos maneras.
¿Vas a luchar contra la oportunidad?
¿O vas a abrazarla?
Tú decides
Yehuda Berg