Al calor de tus huesos encendidos,
levito el espacio desgarrando el silencio.
Ojos cerrados ,ojos abiertos, ¿importa?;
sólo continuar de frente procurando levantar esta mirada mía,
bocanada de aire, rosa abrasiva que mata y también revive,
gestos mutando en caricias´
huellas que se han hundido en mi arena con tu aliento rondando de vez en vez.
Impensable que traspasaras límites fronteras, formas;
graznido del tiempo, ilusión azul danzando entre mi café y mis acostumbrados silencios;
grito en medio de mi pecho que seduce la tarde a través de la ventana.
Tiemblan mis labios cuando rebosas y perfumas las gotas de mi silencio.
Sigo una huella silenciosa, mi propia huella...