A TI NOCHE
Vamos respóndeme!, ¡¿Dónde la tienes?!
No te quedes en silencio con tus lobregueces
¿Qué has hecho de aquella, a quien mi corazón un día le di?
¿La has visto acaso?, ¿tu viento la ha acariciado?...
Si es así ¡Vamos llévame con ella!
¡Vamos no me hagas esperar que mi corazón dolido está!
Mis lágrimas no tienen quien las recoja ni mis ojos en quien reposar.
¡Vamos habla!... no
¡no me respondas con tu brisa marina de soledad!,
estoy harto de tus burlas, ¡no la ocultes de mí!
Entre tu niebla debe estar, o tal vez entre tu oscuridad,
Como un gorrión sin nido, esperando quien la albergue en calor.
¿Dónde estás amada?, ¡¿Dónde?!
La noche te esconde y de ti nada me quiere decir,
Las estrellas te quieren delatar, pero están lejos,
¡Oh qué lejos están!, la luna no me quiere mirar,
su espalda me ha dado y las estrellas fugaces
pasan rápido para que no las puedan ver hablándome de ti.
¡A ti te hablo, noche!, ¿no me escuchas acaso?,
¡¿necesitas escucharme gritar?!,
Eso es lo que quieres, como aquellas veces que mi amor al viento grité,
¿Con esas mismas fuerzas quieres que te hable?...
Desengáñate, postrado no caeré ante ti,
Mi amor te has llevado en tu manto azul, de mi todo has robado,
Nada me queda ahora, mi ánimo en ella estaba.
¡Ahora vete!, ¡Márchate, la mañana pronto vendrá!
Con ella respuestas y tal vez un dolor que tu escondido me estás dejando.
¡Lárgate con tu luto y olor a tristeza y eterna soledad!
Adiós mi amada, ya no te veré jamás…
Porque sé que el secreto la noche lo guardará,
Y el día muy tarde va a llegar.
Te amé
Desde aquella primera mirada que me diste
Y siempre te amaré,
Incluso más allá de este, tu último suspiro.
A TI NOCHE
Vamos respóndeme!, ¡¿Dónde la tienes?!
No te quedes en silencio con tus lobregueces
¿Qué has hecho de aquella, a quien mi corazón un día le di?
¿La has visto acaso?, ¿tu viento la ha acariciado?...
Si es así ¡Vamos llévame con ella!
¡Vamos no me hagas esperar que mi corazón dolido está!
Mis lágrimas no tienen quien las recoja ni mis ojos en quien reposar.
¡Vamos habla!... no
¡no me respondas con tu brisa marina de soledad!,
estoy harto de tus burlas, ¡no la ocultes de mí!
Entre tu niebla debe estar, o tal vez entre tu oscuridad,
Como un gorrión sin nido, esperando quien la albergue en calor.
¿Dónde estás amada?, ¡¿Dónde?!
La noche te esconde y de ti nada me quiere decir,
Las estrellas te quieren delatar, pero están lejos,
¡Oh qué lejos están!, la luna no me quiere mirar,
su espalda me ha dado y las estrellas fugaces
pasan rápido para que no las puedan ver hablándome de ti.
¡A ti te hablo, noche!, ¿no me escuchas acaso?,
¡¿necesitas escucharme gritar?!,
Eso es lo que quieres, como aquellas veces que mi amor al viento grité,
¿Con esas mismas fuerzas quieres que te hable?...
Desengáñate, postrado no caeré ante ti,
Mi amor te has llevado en tu manto azul, de mi todo has robado,
Nada me queda ahora, mi ánimo en ella estaba.
¡Ahora vete!, ¡Márchate, la mañana pronto vendrá!
Con ella respuestas y tal vez un dolor que tu escondido me estás dejando.
¡Lárgate con tu luto y olor a tristeza y eterna soledad!
Adiós mi amada, ya no te veré jamás…
Porque sé que el secreto la noche lo guardará,
Y el día muy tarde va a llegar.
Te amé
Desde aquella primera mirada que me diste
Y siempre te amaré,
Incluso más allá de este, tu último suspiro.
(DE LA RED)