Te miro y me enternece Ver tu inocente alegría Y al mirarte me entristece Que puedan robártela un día
Quisiera pequeña mía Protegerte hasta morir Que no padecieras penas Que nadie pudiera herirte Que fueras siempre feliz
Mas no hay rosas sin espinas Y éstas en tu corazón Quizá te las clave la vida Y yo que te quiero tanto Sufriré con tu dolor Pero no podré evitarlo La vida a veces se cobra Lo que un día regaló
No olvides nunca mi amor Lo mucho que yo te quiero Y que en tu abuelo tendrás Amor desprendido y sincero El calor de un amor certero Porque tú en mi corazón Siempre serás lo primero.