Hablamos sin palabras
El lenguaje suele tener un ingrediente: las palabras.
¿Siempre?
La verdad es que hay muchas cosas que decimos a los demás sin palabras.
La carrera del atleta, las lágrimas ante un ser querido que se nos va, el beso a la persona amada, el puñetazo sobre la mesa ante la impotencia de la injusticia, la sonrisa de un niño, el abrazo de unos amigos, el grito por la victoria, los brazos que se levantan al son de la música, el cuerpo que se mueve danzando, la paciencia de los que educan, el lenguaje corporal en su conjunto, las miradas que nos cruzamos y muchas cosas más que nos hablan de como necesitamos los simbolismos en nuestra vida para poder expresarnos en su totalidad.
Un lenguaje que todos entendemos, que no necesita traductores.
Autor: Armando Quintana
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