PRESO DE TU AMOR
Pseábamos los dos por la alameda
y la noche nos sorprende por el puente
los dos solo mirando la corriente
del agua por el río alborotada.
Lo cruzabamos abrazados y sin hablar
más pendiente del rumor que asustado
y entendimos que es mejor aligerar.
Al llegar a la casa nos cambiamos
me secaste suavemente y con cariño
y me dejaste embobado como un niño
"yo te sequé timidamente con mis manos".
Acordamos quedarnos en la casa,
!encendí la chimenea arduamente!
cuando volviste el salon ya está caliente
y nos tomamos de tu menjunje una taza
que me dejó un sabor sorprendente.
Hablamos de tantas cosas
los dos pacientes frente al fuego
hicimos tantos planes no lo niego
de muchas cosas muy hermosas.
Nos reimos los dos alborotado
con un beso sellamos las promesa
y soltamos las tazas en la mesa
para jugar los dos a ser amados.