Póngale un tazón
colmado de bondad y en
seguida agregue una
medida completa de consideración hacia los
demás.
Mezcle con estos ingredientes una
cucharada de paz.
Sazone con la esencia de la caridad.
Mezcle todo perfectamente y en seguida,
con todo cuidado, páselo por un colador
para eliminar cualquier partícula de
egoísmo.
Sírvalo con una salsa de amor".