Picoteando la cáscara de algún viejo recuerdo con la lluvia de Abril nacerá mi poema le pondré mil colores los más puros y claros una música tenue
y un perfume de nardos.
Como una luciérnaga brillará titilando y se irá por los aires escapando de mi alma se estirarán mis manos sin poder alcanzarlo, se quedarán mis labios como siempre rogando:
Que una estrella lo guíe que lo lleve a tu lado, pues si tú lo encontraras, y llegas a escucharlo mi poema de Abril quizá viva... hasta Mayo.