La Pascua es la festividad cristiana en la que se celebra
la resurrección de Jesucristo. Después de que Cristo murió
en la cruz, colocaron su cuerpo en un sepulcro; allí permaneció,
separado de Su espíritu, hasta Su resurrección, cuando
Su espíritu y Su cuerpo volvieron a unirse. Los Santos de
los Últimos Días afirman y testifican que Jesucristo resucitó
y que vive con un cuerpo glorificado y perfecto de carne y huesos.
Después de Su resurrección, Jesús se apareció primero a
María Magdalena y luego a otros discípulos.
Algunos no se convencieron de Su resurrección,
creyendo que sus apariciones eran las de un espíritu incorpóreo.
Jesús les aseguró: “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy;
palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis
que yo tengo” (Lucas 24:39). Él entonces comió pescado y miel en
su presencia, disipando más la duda.