Cuántas veces decimos de alguien: “Caramba, hace tiempo que no discuto con fulano”. O “Nunca más tuve una gripe”. Y de repente, al día siguiente, nos pescamos una gripe o discutimos con fulano.
Entonces llegamos a una conclusión: si hablamos de las cosas buenas que nos acontecen, esto nos traerá mala suerte.
Nada de eso. En realidad, el Alma del Mundo –antes de cualquier problema- siempre nos muestra cuánto tiempo pasamos sin habernos enojado por alguna cosa determinada. Ella quiere decirnos cuán generosa ha sido la vida hasta ese momento y cómo lo continuará siendo, si superamos con valentía el obstáculo.
Mantenga las palabras positivas en el aire. Ellas van a ayudarle a crecer ante cualquier dificultad.
PAULO COELHO