Sí se puede, cuando estás decidido, cuando comprometes tu voluntad
para lograr lo que deseas alcanzar.
Sí se puede, cuando ante cada obstáculo muestras temple y con
mayor decisión los empiezas a enfrentar.
Sí se puede, si ante cada fracaso buscas reconocer tus propios errores,
lo que te permitirá acumular sabiduría y todos tus sueños realizar.
Sí se puede, si ante los conflictos mantienes una actitud positiva y, a
pesar de las adversidades, tu ánimo no comienza a menguar... Así, no
habrá cima que no puedas alcanzar.
Sí se puede, cuando ante los negativos y escépticos mantienes una
sonrisa y la alegría se convierte en tu fiel compañera... Siempre
amigos podrás cautivar.
Sí se puede, cuando ante la duda y la incertidumbre, tu fe te mantiene firme.
Sí se puede, si tienes el coraje de vivir intensamente y haces de cada
día, una fascinante aventura... La muerte, entonces, será una angustia
que nunca llegará.
A/D