Camina de la mano con la vida, no delante de ella
ni detrás; deja que las cosas vengan como
deben venir, no las llames o las detengas, sólo
espéralas en paz y acéptalas tal como vienen.
No te inquietes por nada ni pierdas la paz
por nadie, solamente envuélvete en ella y ama,
eso sí, nunca dejes de AMAR, porque entonces
habrás perdido lo más valioso de tu existencia
y el real sentido de tu felicidad completa.
A/D