Gracias a mi ser Crístico disfruto de comprensión espiritual.
Mi mente “sabe lo que sabe” a través de mis sentidos y experiencias. Reconozco que las decisiones prácticas pueden estar basadas en este conocimiento, mas tengo presente que la comprensión espiritual no es una función de la mente. La accedo cuando mantengo mi atención fervorosamente en la energía de mi corazón.
La comprensión espiritual me ofrece un sentimiento de seguridad y paz —un sentido de estar exactamente donde se supone que debo estar en un momento dado. La comprensión espiritual me guía cabalmente cada vez que tengo que tomar una decisión. El poder de Dios es mayor que cualquier circunstancia, y tengo fe en que Su poder me dirige hacia mi bien.
Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces. —Jeremías 33:3