Como sé q te has ido,
como sé q no volverás,
recuerdo el tiempo a tu lado vivido
del q nunca podré olvidar.
Me dejaste tus abrazos tiernos,
me dejaste tus besos de esposa querida,
me dejaste con tus caricias sinceras,
me dejaste con mis lágrimas frías.
Me dejaste con el absurdo tiempo
que no me alcanzó para amarte más,
y que ahora entristece mis horas
porque no hago más que extrañarte.
Me dejaste con tus palabras
que decían a todas horas que me amabas,
y ahora, cuánta falta me hacen
nadie ha vuelto a pronunciarlas.
Lo que me quedó con tu partida
fue el abrazo de la soledad,
que está tan viva como tú,
porque mi corazón no te deja de recordar.