¡Seduciendo!
Con todos los derechos
reservados.
Usted tiene todos los derechos
reservados de mis pensamientos,
de mis labios en su boca, de mis
versos y de mi sentir.
Seduciendo usted mi mente
en cada punto, en cada coma
con un sorbo lleno de suspiros,
llevándome a la lujuria, la pasión
y al amor en cada una de sus letras.
Usted, tinta indeleble del alma
donde no existe un punto final
en los brazos de la seducción
y si es punto seguido, que sea
conmigo en el insomnio
provocado en las madrugadas
... junto a su piel.
Yo dueña de sus versos,
usted dueño de mis noches
de placer... que causan sus letras
al leerlas, ensayando tentaciones
nocturnas donde seducir con
el perfume floral de sus palabras
cautivan mi mente con todos los
derechos reservados del corazón.
Sandra Mendoza
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