¡La Alhambra! Ese castillo de ensueño que parece salido de una historia mágica de mil y una noches. Imagina que cada piedra tiene un secreto, cada arco una melodía, y cada jardín es un suspiro de Granada al caer el sol. Allí, encaramada en la colina, la Alhambra se viste de oro al atardecer, como si la estuvieran pintando solo para nosotros.
Este palacio no solo es un lugar; es un hechizo que te envuelve, te enamora, te deja sin aliento y luego te hace querer volver una y otra vez. La Alhambra sabe cómo robarse el protagonismo y, sinceramente, ¡nadie se lo va a discutir!
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