Dejó que cada sensación se quedara con ella.
La tibieza de sus brazos cuando la acercaban junto a su pecho.
Sus besos, dejando su dulzor que notaba en la comisura de su boca.
Sus caricias que parecían continuar bajando por su espalda.
Sus ojos permanecían cerrados, así tenía su imagen junto a ella.
Al igual que su aroma.
Conchita
Osuna.