Recuerdo de violetas
Yo estoy dentro de un Mar donde los cantos viven en tiniebla extasiados... Llegan, me tocan, vagan con alguna hoja náufraga por otoños del Mar suavemente llevada y juntos reposamos sobre el gran sueño lento de las algas.
No recuerdo la orilla de adiós y muerte y luces apagadas... Sólo recuerdo el Aire separando con sus secretos dedos mis dolientes cabellos extraviados cuando cruzábamos el Aire y yo -aire y cabellos vivos derramados- por la gran Primavera de ardientes vientos arduos; cuando nos acercábamos a una columna erguida, con hiedra, con saetas, con ser encadenado, entre las casas muertas en un día de violetas sobre cara en dolor y párpados cerrados.
Todos los soñolientos seres del Mar se acercan con apacibles manos a mis hambrientas manos. Si levanto los párpados veo el sueño de violetas: Entre tú y yo se miran desde el Aire asomadas al Agua como un cielo cercano sobre el gran Mar de Amor transfigurado.
Esther de Cáceres
27.09.14
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