Tal como un espejo que simplemente refleja, sin elección.
Viene un hombre feo, lo refleja.
Viene un hombre hermoso, lo refleja.
No tiene elección, no surge la cuestión de elegir.
Simplemente refleja.
Viene la tristeza, y el hombre de serenidad dice:
«Soy tristeza. En este momento es así como estoy.
En este momento, ésta es mi realidad”.
Tampoco compara:
«El momento pasado fue mejor, yo estaba alegre.
Ahora estoy triste».
Nunca compara dos momentos, nunca ansía otra cosa en el futuro.
Cualquier cosa que sea, permanece totalmente relajado en ella.
Esto es serenidad,
y de la serenidad viene el conocer real.
Osho -
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