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General: INGRID CON CARTA DE IDENTIDAD NARCO-PARA-URIBISTA
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De: HEREDEROSDEPICHON  (Mensaje original) Enviado: 11/12/2009 03:48

El rescate de la señora Ingrid Betancourt (Parte I)

Mario Rivera Ortiz (especial para ARGENPRESS.info)

Ingrid Betancourt de nacionalidad francesa y colombiana nació en Bogotá el 25 de diciembre de 1961; hija de padre y madre políticos del régimen liberal-burgués colombiano, pasó su infancia en un departamento de lujo en París y casó, por primera vez, con el diplomático francés Fabrice Delloye. Al regresar a Colombia en 1989, se desempeñó como asesora en los ministerios de Hacienda y de Comercio Exterior.

En 1994 fue diputada por Bogotá, cargo en el que permaneció hasta 1998, tiempo en el que llegó al senado por el Partido Oxígeno Verde. Con el señuelo de convertirse en una opción frente a los partidos tradicionales, Betancourt decidió retirarse del Senado en 2002 y se postuló como candidata a la presidencia de Colombia. Poco antes escribió un libro titulado “Con la rabia en el corazón”.

La candidata a la Presidencia de la República de Colombia fue capturada por las FARC el 23 de febrero de 2002, cuando desplegaba su campaña electoral en el departamento de Caquetá, desafiando una situación de guerra en una zona selvática al sur del país, junto con Clara Rojas, candidata a la vicepresidencia. Ambas vivieron seis años y cinco meses de cautiverio como prisioneras de guerra de dicha fuerza insurgente.

Cuando fue liberada, el día 2 de julio de 2008 había cumplido 47 años de edad. Ese día Betancourt fue elevada por los medios de comunicación a la categoría de “símbolo mundial del secuestro” y causa de júbilo de la “comunidad internacional”, o sea, reina del glamour mediático por unos días, según el rating generado y los resultados de las encuestas.

El día 2 de julio, dicen los medios, hubo una explosión de euforia por la liberación de la prisionera y por el supuesto fin de las FARC ¡Burgueses y pequeñoburgueses en algunos centros sociales de Bogotá y París, batieron palmas enloquecidos de júbilo! Para esta clase social parecía como si el muro de Berlín hubiese vuelto a caer. (Reforma, 3 de julio de 2008).

Previamente, en un video publicitado por los familiares, Ingrid Betancourt lucía demacrada y excesivamente delgada, sentada en un campamento en medio de la inhóspita selva amazónica. Los medios de comunicación masiva describían a la ex candidata presidencial como “muerta en vida” y afirmaban que había dejado de comer y perdía el cabello; médicamente hablando, estaba en la caquexia terminal. Se trataba de manipular la sensibilidad popular y generar simpatía para una “civil inocente”, ajena del todo a la política y víctima gratuita de los malos.

Menuda sorpresa llevaron los lectores de los diarios y los televidentes, cuando aparecieron las fotos de la señora Betancourt el día de su rescate, con una imagen diametralmente distinta a la que los servicios de inteligencia habían retocado minuciosamente: de moribunda no tenía nada, lucía rozagante y primaveral, pero en esos momentos había otros hechos que concentraban la atención del público, no obstante la imagen real de Ingrid quedó grabada en la mente de los observadores cuidadosos como una evidencia grosera de hasta donde llegan los desinformadores para engañar al público y enternecer a ciertos políticos.

La imagen de una Ingrid demacrada y su presentación como una prisionera “civil e inocente” lograron, no obstante, en algunos lugares y capas sociales, cierta solidaridad para con ella. Muestra de ello fue el trabajo del Comité de Apoyo a Ingrid Betancourt de París, que recabó 600 mil firmas de personas que pedían su liberación. El mencionado Comité también organizó la llamada “Marcha Blanca” en Bogotá, París y otras ciudades del mundo los días 4 de febrero y el 20 de junio de 2008. (La Jornada, a 4 de julio de 2008). Con el mismo propósito el presidente Nicolas Sarkozy llamó por teléfono al líder de las FARC, Manuel Marulanda, el primero de abril de 2008, para solicitarle la liberación inmediata la “rehén”, sin saber que ya Marulanda había muerto desde el 25 de marzo. El presidente galo incrementó la presión de su gobierno enviando una misión humanitaria para entrar en contacto con las FARC y en esa dirección logró incorporar a la Cruz Roja Internacional (CRI). Las cosas se complicaron por la cerrazón del gobierno de Uribe, renuente a aceptar un canje humanitario de prisioneros. Su gobierno apostaba todo a la fuerza policíaca-militar y a la derrota de las FARC. La guerrilla respondió a Sarkozy que ya no habría ningún encuentro con la delegación francesa debido a la masacre de Sucumbios.

Llegó así la fecha de la inesperada liberación de la señora Betancourt, tres “contratistas” norteamericanos y 11 prisioneros más. Ella estaba vestida con chaleco y gorra militar, flanqueada por altos mandos castrenses colombianos, y como ya hemos dicho, no era la mujer cadavérica que nos habían hecho creer. Era otra la que apareció en las primeras planas de los grandes rotativos del día 3 de julio.

En sus primeras declaraciones a los medios, la señora Betancourt dijo: “El mayor golpe contra las FARC es el hecho que Uribe haya sido reelecto y se le permitiera mantenerse por otro mandato con la prioridad de desarticular la guerrilla.” La ex prisionera agradeció “primero a Dios y a la Virgen”, por lo que llamó un milagro; y después al ejército de su país y a “nuestro gran presidente” por el operativo que concluyó en la región selvática de Guaviere, sin disparar un solo tiro. Agradeció, también, a sus hermanos de Francia y a los medios de comunicación por haber difundido su imagen (bien retocada) y mantener viva la tragedia que sufren decenas de secuestrados por las FARC. Ingrid calificó el operativo de inteligencia militar como “absolutamente impecable” y aseguró que había contado con el apoyo logístico de los Estados Unidos: “llegó un helicóptero MI-17, pintado de blanco, con emblemas de la Cruz Roja Internacional y Telesur a recogernos y cuando ya estábamos atados y a bordo, los 15 rehenes custodiados por “César” y otros guerrilleros, la nave despegó y los efectivos militares infiltrados redujeron rápidamente a los rebeldes. Luego la tripulación del helicóptero gritó: ¡Somos del ejército de Colombia! ¡Están ustedes liberados!”. (La Jornada, 3 de julio de 2008)

Y continuó la señora Betancourt: “Creo que ésta es una señal de paz para Colombia, nosotros podemos lograr la paz y confiamos en nuestras fuerzas militares…quiero agradecer a cada uno de los soldados de Colombia.” (La Jornada a 3 de julio de 2008), Luego, la señora Betancourt llamó a los presidentes de Venezuela y Ecuador a cesar el enfrentamiento con su homólogo colombiano Álvaro Uribe y a unirse en una cruzada por los “rehenes” que continúan en poder de las FARC.

Pocas horas después Ingrid voló a Francia desde Bogotá, en un avión oficial francés, junto con sus dos hijos y el canciller Bernard Kouchner. El presidente Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni, la recibieron cálidamente en el aeropuerto militar de Villacoublay. Sarkozy pronunció las palabras oficiales: “Ingrid Betancourt bienvenida. Francia te quiere y está feliz de verte aquí.” De la pista de aterrizaje, tras agradecer también a América Latina por su apoyo solidario, especialmente a los presidentes de Ecuador, Argentina y Venezuela, el séquito pasó a un salón donde el presidente francés hizo un brindis por la libertad.

Posteriormente desde el Palacio del Elíseo, la ex prisionera pronunció una breve y maternal alocución dirigida a las FARC: “sean buenos perdedores…Es el momento de hacer una rectificación…Los colombianos estamos dispuestos a tenderles la mano, pero no estamos dispuestos a participar en una farsa”. A continuación elogió al presidente Uribe quien según ella “había estado extraordinario”. (Reforma 3 de julio y Milenio 5 de julio de 2008.)

Cinco meses después, al terminar el año de 2008, la señora Betancourt, salió de gira por Latinoamérica y estando en México, la primera personalidad que visitó fue la Virgen de Guadalupe. Al pie de la venerada imagen, el día 18 de diciembre, Ingrid reinició su campaña contra las FARC, llamándolas a que “dejen de realizar actos de lesa humanidad y se conviertan en interlocutores de un proceso de paz”. También comparó, de acuerdo a su criterio, la situación de los prisioneros de guerra de las FARC y los prisioneros del gobierno de Uribe. Calificó las capturas que hacen los guerrilleros como actos “terroristas”, en cambio los secuestros del ejército, como actos lícitos dentro de un Estado de derecho, y claro, fingió demencia en relación con los consabidos juegos de fútbol con cabezas humanas y el descuartizamiento de campesinos con motosierras practicado por los paracos. Por supuesto, volvió a dar gracias a la Virgen por el milagro de su rescate y le pidió la liberación de los retenidos que seguían en manos de las FARC, pero eso sí, ni una palabra para los cuatro estudiantes mexicanos asesinados en Sucumbios, ni para la perseguida estudiante de la UNAM, Lucía Morett; sólo una sombría advertencia para los estudiantes y académicos mexicanos, a quienes aconsejó: “no vayan a los campamentos de las FARC”. (La Prensa, 19 de diciembre de 2008).

La conducta política de la señora Betancourt, luego de su rescate militar, fue pues, muy distinta de la de otros ex prisioneros de las FARC, como por ejemplo la del ex congresista Tulio Oscar Lizcano, quien tras ocho años de cautiverio en la selva, pidió al gobierno concretar un acuerdo humanitario con los rebeldes para lograr la liberación de sus compañeros. (La Jornada, 31 de octubre de 2008). Hubo, naturalmente, quien la criticó, como lo hizo el Nobel Adolfo Pérez Esquivel: “Ni Uribe ni Betancourt han hecho algo por la paz”.

Entonces, para concluir este capítulo, hay que decir, en primer lugar, que desde el momento en que la señora Betancourt descendió del helicóptero blanco MI-17, reiteró su verdadera identidad política y dio nuevas pruebas de que ella nunca había sido, ni era, una persona civil sencilla e inocente, ajena al Estado represor Colombiano, como llegó a afirmar el presidente Rafael Correa; sino que era y es, una jefa de la burguesía colombiana, ligada estrechamente a un Estado policiaco, y al gobierno derechista francés de Nicolas Sarkozy. También confirmó que su clase social es en cualquier circunstancia la burguesía pura y simple, así se presente con uniforme militar o ropa civil, falda o pantalón, piel negra, blanca, café o amarilla, pues ya se sabe que el capital no tiene sexo ni color y que es algo incorpóreo que se materializa en la explotación y opresión del hombre. En tercero y muy importante lugar hay que subrayar, que la operación Jaque está envuelta en un denso ovillo de participaciones, en el que las hebras de varios servicios de inteligencia y de ciertas ONGs, están entretejidas en forma inextricable e increíble.

Sea pues lo que sea, lo cierto es que el rescate de la señora Ingrid Betancourt, tal como ocurrió, fue todo menos un acto de paz. El hecho que no se haya disparado una sola bala no le quita un ápice de su naturaleza eminentemente bélica y, a ella, su carta de identidad política uribista.


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De: HEREDEROSDEPICHON Enviado: 11/12/2009 04:03
SEGUNDA PARTE  INGRID BETANCOURT
Mario Rivera Ortiz (especial para ARGENPRESS.info)

Los gobiernos de casi todo el mundo y sus aparatos de control internacional como son la ONU y la OEA, supuestamente defensores de los derechos humanos, celebraron, a bombo y platillo el rescate militar de la señora Ingrid Betancourt. Varios jefes de Estado y de gobierno opinaron al respecto:

Álvaro Uribe, presidente de la República de Colombia. “El operativo jaque tuvo la luz del Espíritu Santo, la protección de Nuestro Señor y de la Virgen en todas sus expresiones” “La mano de Dios está con nuestras fuerzas militares”, dijo Uribe sin ningún rubor y llamó a las FARC a liberar al resto de los secuestrados. La senadora colombiana Piedad Córdoba, ex mediadora entre el gobierno y la guerrilla, no abusó del nombre de Dios y fue más prudente: sólo pidió a las FARC reflexionar y abandonar la lucha armada (Reforma, 4 de abril de 2008.)

Nicolas Sarkozy: “Quiero decir a las FARC que es tiempo de acabar con ese combate absurdo y medieval” (…) Francia estuvo dispuesta a dar asilo a quienes decidieran abandonar la lucha, pero descartó retirar a la guerrilla colombiana de la lista de organizaciones terroristas confeccionada por el mando central del imperio (Reforma. 3 y 4 de julio de 2008).

La política contradictoria de Sarkosy en los casos de la señora Ingrid Betancourt y el de la ciudadana francesa Florence Cassez, convicta por delitos del fuero común, en su modalidad de secuestro contra ciudadanos mexicanos, ha despertado suspicacias en personas de buena fe: ¿Cómo para el mandatario francés la resistencia armada de las FARC contra un Estado genocida es de naturaleza terrorista, mientras que Florence Cassez merece la intervención de su gobierno para atenuar la condena penal a la que se hizo acreedora por delitos comprobados? Francamente la moral burguesa sigue cada vez peor, digna del bisabuelo Adolphe Thiers.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela, informó en un comunicado que “se sumaba al júbilo por el feliz acontecimiento” y que “pronto recibiría como a un hermano a Uribe…para superar para siempre la crisis diplomática derivada del conflicto con las FARC; reiteró la demanda planeada anteriormente de que la guerrilla libere “por nada” a todos los secuestrados que tiene en su poder (La Jonada, 3 de julio de 2008). Al día siguiente el temerario Hugo Chávez agregó: “El tiempo de los fusiles ya pasó”, “Ya no es hora de frentes guerrilleros”…”Hago un nuevo llamado de nuevo a la guerrilla, al secretariado, para que lo piense, para que deje la lucha armada.” (El País y Reforma, 4 de julio de 2008). Hugo Chávez fungió como mediador entre Bogotá y las FARC hasta el 22 de noviembre de 2007. ¡Vaya mediador!

Geoge W. Bush telefoneó a Uribe para felicitarlo por el exitoso rescate, mientras que el ex candidato republicano a la presidencia estadounidense, Johon MacCain, dijo que las FARC deberían seguir el consejo del presidente Hugo Chávez y abandonar las armas (La Jornada, 3 de julio de 2008).

Rafael Correa, presidente de Ecuador, no se midió y criticó a las FARC por ser el mejor apoyo de Uribe y por cometer “tonterías” y todavía no contento con sus anteriores descalificaciones, agregó que “si el Che Guevara estuviera vivo se moriría de vergüenza.” Y en relación con el secuestro de Ingrid Betancurt preguntó ¿Qué revolucionario secuestra gente inocente (¿?) supuestamente para sus fines por nobles que sean? Luego, como era natural, se declaró “satisfecho” por el rescate militar de los 15 rehenes: “Bien por Colombia, bien por Ingrid Betancourt y que eso contribuya a la paz de Colombia”, dijo (La Jornada, 6 de julio de 2008.).

Evo Morales, presidente de Bolivia: “Saludamos las acciones y acuerdos que van tomando entre el gobierno y las FARC (…) Ojalá continúen estos acuerdos para la liberación de los demás rehenes”. (Reforma, 3 de julio de 2008.)

Fidel Castro. Celebró la liberación de Ingrid Betancourt y los demás prisioneros de las FARC: “Nunca debieron ser secuestrados los civiles, ni mantenidos como prisioneros los militares en condiciones de la selva”. Fidel elogió la liberación “por elemental sentido de humanidad”, y calificó a los secuestros de “crueles” que “ningún propósito revolucionario podría justificar.” (La Jornada a 4 de julio de 2008). Finalmente condenó explícitamente todos los secuestros ejecutados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y pidió que liberen sin condiciones a todos los prisioneros. (La Jornada, 7 de julio de 2008)

Luiz Inácio Lula da Silva jefe del Estado brasileño: “Espero que se haya dado un paso importante para la liberación de los demás secuestrados, a la reconciliación de todos los colombianos y a la paz en Colombia. (Reforma, 3 de julio de 2008). Llamó también a las FARC para que “participen en el juego democrático y liberen a todos los rehenes.” “Para mí, es abominable mantener a personas secuestradas por una hora, cuanto más por seis o siete años.”(La Jornada, 4 de julio de 2008)

Cristina Fernández, presidenta de Argentina, envió un sentido mensaje: “Quiero saludar a su madre querida Yolanda (Pulecio) y a Ingrid. Es una victoria de la vida y la libertad en un país donde se han perdido tantas vidas…” (Reforma, 3 de julio de 2008).

Federico Lombardi, vocero del Papa Benedicto XVI: “Es una bellísima noticia (…) una alegría, que responde del mejor modo a los llamados del Papa y de la Iglesia a favor de la paz.” (Reforma, 3 de julio de 2008). La señora Betancourt luego fue recibida por el Papa.

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió a las FARC la inmediata e incondicional puesta en libertad de los rehenes que quedaban, “cuya seguridad es su responsabilidad”, dijo. El señor Ban KI-moon habló como si fuera la pura verdad y la organización que representa tuviese alguna autoridad moral para hablar de paz en Colombia o en cualquier otro lugar del mundo.

Todavía sonaban los tambores, clarines y cornetas por la liberación de Ingrid cuando aparecieron en la prensa liberal y conservadora de todo el mundo espesos nubarrones de duda. Se difundió la noticia de que los rehenes había sido comprados en aproximadamente 20 mdd y que la operación Jaque había sido un montaje, un show para el consumo de los televidentes. La noticia partió de Radio Suiza Romanda, citando una “fuente cercana a los acontecimientos”. Aseguró que uno de los dos guerrilleros colombianos detenidos en el rescate (Rodolfo Ríos) afirmó a la fiscalía de su país que en la operación participaron extranjeros y que fue engañado con los emblemas civiles que adornaban el helicóptero blanco. La radio pública Suiza afirmó también que en la negociación participó la esposa de uno de los guardianes de los rehenes que actuó como intermediaria. A este respecto los gobiernos de Colombia, Francia y los Estados Unidos negaron que se haya pagado rescate.

Finalmente la gran duda fue despejada parcialmente por las propias FARC, quienes en un comunicado firmado por la cúpula dirigente, fechado el 5 de julio en las montañas de Colombia, calificó de “fuga” la liberación de los 15 rehenes y la atribuyó a una traición de quienes tenían a su cargo la custodia de los cautivos: César –Gerardo Aguilar- y Enrique –Alexander Farfán. En éste, su primer comunicado, sobre la operación Jaque, las FARC advirtieron que de “persistir en el rescate como única vía, para recuperar a los prisioneros de la guerrilla, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión.” (ABP).

Otro hecho que planteó interrogantes, fue la conversación privada que el presidente Hugo Chávez mantuvo con Uribe, durante un poco más de dos horas en una oficina de Petróleos de Venezuela, en la refinería de Amuay (Paraguaná) en la ciudad costera de Punto Fijo, al oeste del país. Chávez dijo, después de la reunión: “Agradezco mucho al presidente Uribe su visita, su gesto, para que, con esta conversación franca y cálida voltear completamente la página de la borrasca que pasó. A partir de hoy empieza una nueva etapa. Hemos decidido retomar el camino”. Álvaro Uribe, de su lado, calificó a la reunión de “muy constructiva”, que fue planeada con el más “positivo espíritu”, además agradeció a Cuba y Venezuela sus esfuerzos por ayudar a la búsqueda de un acuerdo de paz con la guerrilla. Expresó su deseo de reconstruir la relación con Ecuador, y Chávez ofreció ayudar a que las relaciones de Ecuador y Colombia mejoren. (La Jornada a 12 de julio de 2008) ¿Por qué genera dudas esta conversación? ¿O es que nosotros no entendemos nada de la alta política?

Obviamente las opiniones vertidas en torno al secuestro y la liberación de la señora Ingrid Betancourt y los insondables silencios concomitantes, expresan diferencias conceptuales profundas entre los actores principales de la tragedia que sufre la invadida región amazónica, desacuerdos que reclaman crítica y autocrítica severa, pública o privada. Es necesario también rediscutir sobre la formas de la lucha de clases y de la naturaleza de la misma guerra que se ha impuesto a los pueblos de la región, temas que por su complejidad reclaman un tratamiento aparte.


 
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