Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe donde
temblando se clavarà.
Hoja que de arbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverà.
Gigante ola que el viento
risa y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
que playa bscando va.
Luz que en cercos temblorosos
brilla, pròxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuàl el ùltimo sera
Eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dònde vengo ni a dònde
mis pasos me llevaràn.
Gustavo Adolfo Bècquer.
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