Y fue aquel sueño Granado
Que usó la fragancia,
Que robó a la noche
El Generalife cristiano que llora,
Pues se acordó ese guerrero
De una flor mora,
Y recordó a Boabdil que hoy no llora,
Que hoy no mora, que no sabe,
Porqué se olvidó de él su Alhambra...
Desvestido el hombre
Entre espinos rosados,
Subió al monte de nieve
Con la mujer de un soldado.
Besó al cielo rezó Alá
mientras lloraba en su carro.
Los destinos traerán
Recuerdos de gatos pardos.
De luces andalusíes en la lejanía
Con vos de alterne.
Esa nieve sin escarcha
Conoce el amargo de esa marcha.
Y volvió aquel sueño de Granada
Que trajo un cerezo,
Que oyó ese cotilleo a una ardilla
Que lo oyó de un beso.
Y miró de frente a su castillo
Plateado de Alhambra verde,
Miró su calendario gastado y breve
Sin huellas de besos,
Ancló su morería en el trasiego
De mil doscientos versos,
Y huyó en la mañana con ella,
Que siempre fue breve.
Recuérdalo Boabdil la Alhambra es tu casa,
Que dicen por los Cármenes,
Que te vieron por ahí en las noches claras,
Buscando a una morena,
Con tu mejor Guadamecí
Y la mejor sonrisa de tu alma en pena,
Que aún suspiran las rosas manchadas de nieve...
Y fue aquel sueño Granado
Que usó la fragancia,
Que robó a la noche
El Generalife cristiano que llora,
Pues se acordó ese guerrero de la flor mora,
Y recordó a Boabdil que hoy no llora,
Que hoy no mora, que no sabe,
Porqué se olvidó de él su Alhambra...