Los amos (palabra políticamente más correcta que suena más bonito), le llamaban "BlackBerry" porque se asemejaba a dicha fruta. Ese era el símbolo antiguo de la esclavitud, que significaba estar forzado a dejar la vida hasta perecer sin poder escapar de esos campos de trabajo.
En los tiempos modernos, a los empleados no se les puede amarrar una bola de hierro para que no escapen, en cambio, se les da un "BlackBerry" y quedan inalámbricamente atados con ese grillete, que al igual que los esclavos, no pueden dejar de lado y que los mantiene atados todo el tiempo. Es el símbolo moderno de la esclavitud.
Yo tengo uno, al igual que muchos funcionarios y hay que ver como estamos pegados a la dichosa maquinita todo el tiempo, como adicción: en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormir, y no hay forma de escapar cuando llama el jefe o cuando te envían correos.
No hay manera de decir que no recibiste el comunicado o que no escuchaste porque este teléfono te avisa si llamaron y no contestaste, si tienes mensajes por leer, si los leíste y si los demás abrieron tus correos, te marca citas, horarios, te despierta, se apaga solo, se prende solo, y te permite estar horas en la internet, mientras tu familia te reclama porque no le pones atención.
Y ahí nos ves, funcionarios que nos sentimos importantes porque "el jefe" nos dio un "BlackBerry" para que no escapemos de los campos de trabajo.
No habrían podido pensar en un nombre más adecuado.