A veces necesito escribir
y sin embargo, hay muchos “algos”
que me llevan a pensar
que no vale la pena perder el tiempo
en tratar de hacer belleza,
o filosofía absurda,
que tan sólo sirve como medio de liberación.
A veces necesito escribir
y hay muchas cosas
que me llevan a pensar
que no vale la pena recordar,
tratar de inmortalizar un momento
escribiendo en el papel
todo aquello que nuestra caprichosa mente
se ve impulsada a expulsar,
en un intento inconsciente de buscar la libertad.
Siempre he tenido mal concepto
de tratar de grabar aquello
que a un idealista fantasiosa como yo
le gustaría que se lo llevara el viento.
Por otra parte me doy cuenta
de que nunca saldrá de mi pluma nada bueno,
una canción, unos versos, al tiempo graves,
al tiempo dulces, suaves,
sacando al par una conclusión válida y práctica
para alumbrar el camino de mi vida.
Hago versos sin rima y sin reglas,
que me impidan concentrar
la atención del lector
en una conclusión final
llena de belleza y armonía,
que, aunque sólo por una vez,
no fuera fantasía,
sino algo práctico y sublime
que aportar a la vida.
Yo quisiera hacer unos versos
secos e insípidos, sin color,
versos pálidos en los que
la nota de lucidez fuera
el contenido de mis palabras,
un mensaje realista
que brotara de un camino pedregoso y monótono,
como un hada brillante
que de repente sale de las entrañas de la tierra
y hace cosas sublimes con su varita mágica.
Para mí, lo digo sinceramente,
hacer poesía (siempre libre de trabas)
es iniciar un camino,
una senda perdida,
un callejón sin salida,
de tal forma que nunca,
cuando hemos acabado nuestros versos
nos sentimos satisfechos de lo que hemos hecho
ni de nosotros mismos.
Todo es divagar, divagar y divagar,
y decir con palabras bonitas
aquello que tendría el mismo valor
salido del labio seco y directo,
con prontitud, sincero, espontáneo
y sin filigranas.
Y bien, dicho todo esto,
¿qué conclusión puedo sacar...?;
absurdo es todo, no sólo esto,
si te lo paras a pensar;
anímate y haz poesía,
hacer poesía es una forma de soñar,
de liberarte, de olvidarte de tí mismo y de la realidad;
nada más que eso, no hay nada detrás;
¿qué será la poesía...?
¡Poesía es libertad!