Voy a realizar un inesperado acto de bondad con alguien aunque no lo conozca.
Daré apoyo a alguien que se sienta deprimido.
Diré a los niños cuan especiales son; y a ese alguien, que estoy al tanto de Él y le haré saber lo mucho que significa para mí.
Dejaré de preocuparme por lo que no tengo y empezaré a ser agradecido por todas las cosas maravillosas que me ha dado la Vida.
Tendré presente que la preocupación es sólo una pérdida de tiempo, porque mi fe , me asegura que si puedo lograr lo que me proponga y cumplir mi propio destino.
Antes de ir a dormir observaré la noche y elevaré mis ojos al cielo para admirar la belleza de las estrellas, de la luna... y elevaré una oración por esos magníficos tesoros.
Cuando el día finalice y ponga mi cabeza en la almohada, agradeceré con todo mi corazón por el mejor día de mi vida y dormiré el sueño de un niño feliz, emocionado por la esperanza de saber que mañana será ¡el mejor día de mi vida!.