Junto al río Yuelong.

Junto al río Yuelong.

La China que nos imaginamos en los cuentos muestra un lugar surcado por montañas verdes, entre campos de arroz y ríos donde los pescadores navegan en balsas... A esta zona, situada en la meridional región autónoma de Guangxi (vecina de la "fábrica del mundo" cantonesa, así como de Vietnam), se la suele conocer con el nombre de Guilin, la ciudad más importante de la zona y base de partida de los cruceros por el famoso río Li, surcado de montañas de las más variopintas formas.

Sin embargo, desde hace años los turistas extranjeros prefieren ir al otro lado del crucero, a la más pequeña Yangshuo, aunque ésta, con el tiempo, también se está haciendo grande y ya no tiene el aspecto apacible y rural de antaño...  .

Es, no obstante, un peculiar pueblo cuya calle principal (Xijie, o "calle del oeste") está surcada de tiendas de recuerdos artesanales, restaurantes que lo mismo sirven el más completo menú de pizzas y hamburguesas que serpiente asada, y discotecas con música al máximo volumen.

El ambiente "juvenil" y "backpacker" del lugar ya no tiene nada que envidiar a la mítica calle Khao San de Bangkok, las playas de Kuta Bali o las zonas más frecuentadas por turistas foráneos en la tailandesa Pataya o la vietnamita Saigón.

Una peculiaridad de Yangshuo y sus calles al gusto de los turistas jóvenes australianos o europeos es que en ellas, pese a todo, hay en los últimos años más visitantes chinos que extranjeros: los jóvenes del país asiático se han aficionado al mismo tipo de destino turístico que los occidentales, y ahora se han apuntado a la moda de las cafeterías en los pueblos de montaña, los crepes de plátano, la escalada o el piragüismo.

TURISMO NACIONAL

Yangshuo, en el sureste de Asia, se halla lleno de turistas nacionales, a diferencia de lo que ocurre en Camboya, Laos, Birmania u otras zonas de la región, donde el turismo es eminentemente exterior.

Pero Yangshuo es simplemente un centro de operaciones, un lugar para descansar, en hostales baratos pero coquetos, para un día de bicicleta o de "trekking" por la zona. Lo bueno se encuentra en el río Li, al final de la calle Xijie, donde los balseros aguardan al turista para pasearle al sur o al norte de este famoso afluente del Perla, en un paseo que puede durar horas y horas y casi siempre está surcado de espectaculares paisajes kársticos.

Bajando el río (es decir, navegando hacia la derecha desde el embarcadero de Yangshuo) uno se encontrará el pequeño y pintoresco pueblo de Fuli, famoso por sus abanicos gigantes, y muy cerca de Yangshuo un espectacular teatro de madera donde cada día, desde hace siete años, se representa un acto mitad teatral, mitad musical, llamado "Liusanjie" e ideado por, entre otros, el mejor escenógrafo de China, el director de cine Zhang Yimou, a quien quizá el éxito de este proyecto le abrió las puertas a organizar las ceremonias de inauguración y clausura de los JJ.OO. de Pekín.

El espectáculo, en el que destacan el color, la luz y las estremecedoras voces de niñas y mujeres cantando melodías polifónicas de minorías étnicas chinas, es protagonizado por pescadores y campesinos de los pueblos de los alrededores de Yangshuo, desde 2004.

En la otra dirección, río arriba desde Yangshuo, es la zona de los cientos de cruceros diarios por el Li, ya que en él se encuentran los montes más famosos en el imaginario chino sobre Guilin: la Colina del Loto Verde, la de la Carpa, la de la Cabeza del Dragón, la de los Nueve Caballos...  .

VERDES MACIZOS

El lugar más fotografiado son los verdes macizos cercanos a la pequeña localidad de Xingping, quizá porque son ellos los que adornan el billete de 20 yuanes. Xingping es una tranquila localidad con calles tradicionales, cafeterías con encanto y alguna tienda artesanal: es lo que Yangshuo era hace 20 años, un nuevo destino "alternativo" al exceso de turistas de Guilin y también en los últimos años de Yangshuo.

Además de los mencionados paseos fluviales, muy concurridos, Yangshuo ofrece muchas otras posibilidades. Una de las vistas más espectaculares de la comarca, desde la que se pueden divisar cientos, quizás miles, de montañas kársticas, se encuentra en lo alto de la Montaña de la Luna, famosa por su gran agujero en la cumbre. La famosa montaña sonará a quienes hayan visto la película "Balzac y la joven costurera china", rodada en la zona.

También vale la pena un paseo andando o en pequeñas balsas por el pequeño río Yulong, "el pequeño río Li", donde las vistas son tan espectaculares como las de su hermano mayor, en el que se desemboca, con el acicate de que los turistas son menos. Y cerca hay numerosas cuevas kársticas, con estalactitas y estalagmitas de extraños nombres y formas, así como baños termales y de barro para relajar al viajero cansado.

Yangshuo y alrededores son un lugar lo suficientemente grande para acoger a multitudes de turistas al año sin parecer abarrotado, con la excepción de la ciudad de Guilin o la mencionada calle Xijie de Yangshuo.

Es la China de los cuentos, en la que uno puede pasar semanas con el tiempo detenido, y disfrutando en la noche de un "Long Island tea" en la terraza de su hostal, viendo las espectaculares montañas del pueblo iluminadas por los focos.