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Por
Emma-Margarita R. A.-Valdés
¡Qué sabéis de mis penas
si me veis sonriendo!
Es mi risa la mueca
del rostro de los muertos
porque se ha descarnado,
poco a poco, su cuerpo,
en fría soledad,
habitando el silencio.
Y mi sonrisa es hueca,
como la de los muertos,
porque se ha desalmado,
poco a poco, mi cuerpo,
me abandonó el amor
y en soledad me muero.
¿Qué sabéis de mis penas
si me veis sonriendo?
Emma-Margarita R. A.-Valdés
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