He llegado del ayer,
ya nada es igual,
la casa donde vivías, ya no está.
una brisa lejana me trae tu recuerdo
y con el, tu dulce mirar
El ruido ensordecedor de la calle
no me permite meditar
a ver si consigo de nuevo
escoltarte entre sueños,
a mi triste realidad
Eran días de amor pleno
con la música encendida de la devoción.
hoy tu voz ya no me requiere
y mis recuerdos,
se han ido quedando ciegos,
a través del túnel del desapego.
Mi llanto,
quedó escondido entre las sombras,
de aquel mes de mayo,
cuando con un pañuelo blanco en las manos
y un te quiero en los labios,
me dijiste adiós.
Hoy el sol salió majestoso
brillando con todo esplendor,
cargado con las evocaciones,
de nuestro gran amor.
Esa pasión intensa que jamás se borró,
quedó colgado en el arete del tiempo,
el mismo que me traiciono.
Reflexion
Puedes cargar un mundo de amor para entregar.Llenar el universo de flores con tu bondad.Ayudar a cargar la pesado cruz de los demás.Llorar de dolor al ver la tristeza del igual.Puedes tener un corazón tan grande que tengassuficiente amor para ofrendar.Ser justo, humilde, sincero y con todos, por igual.No obstante sentirte invisible, para los demásY cuando busques una mano amiga,sólo consigues, desinterés, alejamiento y soledad.
Miradas
Mientras los luminosos azabaches de su cara,
de amor me platicaban,
mi alma feliz se encumbraba en la dulce luz de su mirada.
Era el amor que en mi temprana existencia triunfaba,
Y plantaba caricias sobre la grama fresca,
de mi jardín conquistado.
Me arrulló la chispeante dulzura mirada,
Y también con mis luceros oscurecidos la enamoraban.
Se aceleraba el placentero aroma de las ojeadas,
mientras su amor reciente me esclavizaba.
Sin darme cuenta que mi pasión se alborotada,
con las oscilaciones de olas de mi delirio,
la acariciaba.
Marco Gonzalez