Soldados estadounidenses toman posiciones después de descender de un helicóptero Chinook en la provincia afgana de Helmand en esta fotografía de archivo del 18 de junio de 2006. Milicianos derribaron un helicóptero militar de Estados Unidos similar al de la fotografía el sábado 6 de agosto de 2011, matando a 30 soldados estadounidenses, la mayoría de ellos pertenecientes al mismo comando de elite de la Armada que mató a Osama bin Laden. En el derribo murieron también siete soldados afganos, dijeron las autoridades de Estados Unidos. El desplome de la aeronave representó la peor pérdida de tropas estadounidenses en un sólo caso durante una década de guerra en Afganistán. (Foto AP/Rodrigo Abd, Archivo)

Soldados estadounidenses toman posiciones después de descender de un helicóptero Chinook en la provincia afgana de Helmand en esta fotografía de archivo del 18 de junio de 2006. Milicianos derribaron un helicóptero militar de Estados Unidos similar al de la fotografía el sábado 6 de agosto de 2011, matando a 30 soldados estadounidenses, la mayoría de ellos pertenecientes al mismo comando de elite de la Armada que mató a Osama bin Laden. En el derribo murieron también siete soldados afganos, dijeron las autoridades de Estados Unidos. El desplome de la aeronave representó la peor pérdida de tropas estadounidenses en un sólo caso durante una década de guerra en Afganistán. (Foto AP/Rodrigo Abd, Archivo)

Barack Obama, Mark Camerer

El presidente Barack Obama baja del helicóptero Marine One en la base Dover de la Fuerza Aérea, en Delaware, el martes 9 de agosto de 2011. (Foto AP/Carolyn Kaster)

WASHINGTON (AP) — Fuerzas internacionales mataron a los milicianos del Talibán responsables del derribo de un helicóptero estadounidense y la muerte de 38 soldados norteamericanos y afganos el fin de semana, pero siguen buscando al líder talibán que era el objetivo de la misión el sábado, dijo el miércoles el máximo comandante norteamericano en Afganistán.

El general de Infantería de Marina John Allen dijo en una conferencia de prensa en el Pentágono que un ataque con un F-16 el lunes mató a casi una decena de milicianos involucrados en el ataque al helicóptero.

En una declaración separada el miércoles, las fuerzas armadas dijeron que el ataque del lunes mató al líder talibán Mullah Mohibullah y al miliciano que disparó el lanzagranadas contra el helicóptero Chinook.

La declaración dijo que informes de inteligencia recibidos desde tierra proveyeron un alto grado de certeza de que el miliciano que disparó la granada resultó muerto.

Allen defendió la decisión de enviar un helicóptero cargado de comandos especiales para perseguir a los milicianos que escapaban de un combate el fin de semana con una unidad de los Rangers de ejército en un área peligrosa de la provincia de Wardak, en el oriente de Afganistán.

"Hemos realizado más de 2.000 de esas operaciones nocturnas en el último año y esta es la única vez en que esto ha ocurrido", dijo Allen. "El hecho de que perdimos esta aeronave no nos obliga a considerar si vamos a usar esas aeronaves en el futuro. No es raro usar esas aeronaves en nuestras misiones especiales", agregó.

Aunque las autoridades piensan que el helicóptero fue derribado por un lanzagranadas, Allen dijo que la investigación de las fuerzas armadas determinará si disparos de armas de fuego u otras causas contribuyeron al derribo.

El desplome de la aeronave representó la peor pérdida de tropas estadounidenses en un sólo caso durante una década de guerra en Afganistán.

El percance fatal muestra los riesgos que enfrenta la coalición comandada por Estados Unidos mientras espera depender más de las fuerzas de operaciones especiales al tiempo que reduce el número de tropas en Afganistán.

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